En España es difícil saber qué es competencia municipal, autonómica o nacional, pero ahora se complica con las normas europeas. Esto ocurrirá antes de finalizar el año, cuando la Comisión Europea introduzca una regulación del alquiler de viviendas de corto plazo, fundamentalmente al alquiler turístico.
Actualmente, la legislación va desde cero hasta, en algunos casos, una regulación profunda. Europa, en cambio, se limitará a una serie de medidas con cierta inclinación fiscal. Entre ellas, será obligatorio el registro de los viajeros, se introducirá la obligación de transparencia de datos para las autoridades, se aplicarán medidas para asegurar un nivel de salud correcto para clientes y empleados y se introducirán algunas normas básicas que habrán de compartir con el negocio regulado del alojamiento.
La información que se conoce sobre el proyecto de directiva indica que hay mucho interés en conseguir una transparencia mínima no cuestionada y que se aplique.
Un portavoz de la patronal del sector que participa en el borrador dijo: “Creemos que incorporar estas reglas en la propuesta legislativa de la Unión Europea salvaguarda la competitividad de las empresas de hotelería”. Se pretende que el alquiler turístico -un sector al alza- quede también regulado. Sin ambigüedades, se cita el problema de la no declaración de impuestos y competencia desleal, comentó.
